Lunes, 09 de junio de 2009 Se acercaba la hora a la llegada al tren, pero no llegabas, pensaba que ya te habías ido y no me había alcanzado a despedir, pero luego pienso en que quizás no llegarías; pero vuelvo a despertar. Observo la línea del tren con fija atención y observo el camino que depara y me da nostalgia sin encontrarte aún ahí, pero cuando logro salir a tu encuentro y te veo sentí algo tan especial, no podía creer que hoy fuese el día, ese día tan nostálgico, tan penoso…
Observaba con detenimiento sus ojos, lo que me expresaba, veía su nerviosismo, podía sentir lo que pensabas y tu corazón latir a mil por horas, ya sentía que no podía estar sin ti. Tan rápido todo, unas cuantas fotos, unos regalos…tu regalo del principio… que hermoso…
Había llegado el tren tan rápido, todo se movía exageradamente, no quedaba tiempo, el tiempo, las horas, los minutos, los segundos, los días ya se habían acabado, todo se había acabado, sólo quedaba la más triste despedida, y a la vez la más hermosa, porque antes de que subieras me diste un abrazo y me dijiste que me amabas, lo sentí tan poderoso, tan fuerte, tan intenso, tan natural, tan espontáneo, tan tierno, inigualable, hermoso…y cuando lograbas subir la maleta yo te seguía con la miraba, no quería que se me escapase nada, ningún detalle de tu partida, te seguí con la miraba hasta que logré contemplar ese adiós, ese adiós tan bello, que nuestras miradas se entrecruzaban…
En el asiento te miraba y pasaban por mi cabeza todos esos momentos que habíamos vivido, y cuando me dices que desearías decirle tantas cosas…mi corazón empezó a latir a mil por hora, sentía tanta pena, mi corazón estaba roto, pero roto de amor por ti, pero a la vez con un parche que lo sostenía y lo mantenía vivo, que el parche era tu amor eterno entregado…
Cuando no lo logro ver más, sentí un vació, había un gran silencio, sentí impotencia, y no me aguanté de abrir el regalo, y lo desenvolví sentada en los asientos de la estación de trenes, en ese mismo asiento en que lo contemplaba... miraba el interior de la bolsa de cartón, y se encontraban nueces, esas nueces para el amor que tanto nos gustaban, y luego veo un regalo, lo empiezo a desenvolver, y veo una cajita hermosa y delicada, la abro y en ella encuentro papeles de color verde vivo, y más adentro una cartita, la carta de mis sueños, una carta inspirada por ti…una carta de sentimientos verdaderos, una carta fantástica, maravillosa, increíble, una carta que nunca pensé poder recibir y que se refieran a mí de tal forma, fue tan emocionante leerla, las lágrimas caían, la gente pasaba y observaba y no me importaba, sólo me importaba leerla detenidamente, sin que llegase el término de ella, pero cuando llega…siento tanta soledad, alegría, y tristeza, una mezcla a la vez, pero usted se había ido, el niño de mis ojos, mi mariposita blanca…no podía darte un abrazo, ni un beso, sólo me conformaba con los abrazos y besos de todos los anteriores momentos, y todos conformaban uno, el más amado.
Ya se había ido, y ya podía sentir que lo amaba más de lo normal, más de lo que pensaba, mucho más…me fui de la estación y me dirigí a mi hogar, caminaba por las calles del centro de la ciudad, y me sentía sola, verdaderamente sola, sentía que me habían quitado algo tan grande, como mi corazón; sentía una angustia enorme, mis lágrimas se hacían eternas, no podía parar de llorar, lloraba y lloraba, caían las lágrimas al suelo, no lo quitaba de mi mente, pasaban todos los momentos vividos por mi cabeza, era tan hermoso, tan bello cuadro, tanta nostalgia por un ser, y ese ser eras tú.
Quizás la gente no se podía lograr imaginar que lloraba tanto por la despedida de un hombre, quizás que pensaban, pero a mí me tenía sin cuidado; me subí a la micro me senté, traté de contener el llanto, pero fue casi imposible, pasaba por lugares que habíamos compartido, y lo veía y lo buscaba entre la gente, miraba autos blancos y me imaginaba que venía por mí, era tan triste no encontrarlo, no hallarlo…
Llegué a mi hogar y lo primero que veo es su guitarra, y lo primero hago después es prender el computador, y lo primero que veo en él al prenderlo es el Messenger, y en el Messenger la fotografías de ambos en el avatar, esa como de vals…que bello…que elegante. Y luego pongo el reproductor y empiezo a escuchar nuestra canción “El regalo más grande”. No podía parar de llorar y cantar, cantaba con el alma como nunca lo había hecho antes, era una llanto de música, era increíble y hermoso, y todo por ti.
No logro explicar el porqué de este sentimiento tan extraño, sólo sé que te amo, y que me dolió que me dejases acá, pero estoy feliz porque sé que vas a hacer una obra misional, habla tan bien de ti, y me siento orgullosa por el crecimiento que obtendrás mediante a ello; logro ver tu esfuerzo, eres representante de un gran amor, siéntete feliz por poseer de mí amor, nunca pude haber imaginado que te amaría tanto, y que me dolería tanto que te fueses, pero tengo y debo de ser valiente, porque tú eres mi regalo más grande y sé que te fuiste sólo temporalmente, espiritualmente siempre estaremos juntos…porque miraré la luna y sé que la estarás mirando, sé que pensarás en mí como yo lo estoy haciendo en estos momentos, sé que yo te estaré esperando, esperaré tu llegada, y será lo más lindo que podamos sentir, te lo aseguro, no cambiarán mis sentimientos hacia ti, como vamos, estarán creciendo mucho más, porque tú eres difícil de olvidar y es fácil de amar, te amo más de lo normal, y eso me enloquece.
10:32 am