¿Qué sucedía? Sus caras no eran conocidas, el temor las invadía y desprotegían la identidad del rostro ocultando lo emocional del sentir, no podía ser manifestado aquel amor; sus rostros no eran conocidos a percepciones internas, el porqué de ello no tenía respuesta ni lógica alguna, no se podía saber el porqué ocultar tal sentimiento, si ya no se conocían era porque nunca había existido, si no hubiese permanecido inmóvilmente por aquellos personajes.
Y si no se conocían… ¿Por qué permanecían igual sus almas unidas por aquel sentimiento?, aunque no fuese florecido aquel sentimiento, y fuese estancado en instante, no daba derecho a que se olvidase a que en algún momento había permanecido inmóvil, pero a la vez floreciendo para llegar al estanque en que se encontraba en aquel momento de la vida pasada en días junto a la flor.
Existía la desilusión en gran parte, la desilusión de no poder hacer nada para que todo pudiese marchar bien; era imposible, casi imposible cambiar aquellos pensamientos tan diversos al manifestar aquellos sentimientos.
La diferencia existía, siempre estaba ahí, asomándose…cada día existía algo nuevo, un nuevo percance, en cual no permitía el avance completo a seguir y esperado por ambos. Pero los pensamientos influyen en sí, no dejan desarrollar más allá al alma, si son diferentes basta que a uno no le agrade para que joda todo.
¿Todo había jodido? Quizás sí, o quizás no. Lo más seguro era que se empezase a destruir de apoco, si no se hacía nada para frenar, era lo más probable de suceder.
¿Cómo podía estar pasando tal cosa?, no encontraba explicación alguna, trababa de hacer lo que su alcance permitía, pero era casi imposible; lo costado por conseguir y construir ya se echaba en derrames de soledad.
¿Qué debía de suceder ahora? Siquiera podía ser explicado, aquellos personajes sin rostros estaban en la nubla de sus mentes, lo que sabían era que aquel sentimiento seguía viviente pero estancado por el no saber como detenerlo para que no se fuese a ir hasta el nunca jamás.