Ya se hacía tarde, pasaban las horas y no me daba cuenta de que ya no quedaba tiempo…tiempo para hacer mis cosas, es consumismo era inevitable, el vicio de lo tecnológico me consumía de apoco y me encerraba en su mundo oscuro lleno de misterios, pero descubridores en el momento de observarlos con ocio detenidamente, pues lo descubierto se desenvolvía en la pérdida de tiempo, era ahí en donde el ocio pasaba a ser parte de mi vida y pasajero a la vez…sólo quedaba la solución de la esperanza de no volver a caer en tentación haciéndose la pregunta de cómo algo podía consumir mi mente y envolverme en ella y atravesarme el interior con un callejón sin salida, era imposible caer en eso, y si ya estaba cayendo en eso, era hora de que no topase el precipicio, pues me podía caer, no alcanzó a revalzar el vaso, pues me detuve, y quedé así, como hoy, como mañana, como pasado…como antes.