Martes, 09 de junio de 2009
Vivo en un mundo en el cual existe el frío, y tiemblo constantemente; en un mundo de desorden y de despreocupación, miro mis alrededores y me desilusiono cada vez más, el estar feliz creí que podía ser una respuesta, el estar feliz sobretodo viviendo de tal calibre.
Ni la gente, ni mis amigos podían ver el como me sentía yo, todos pensaban que era algo normal que estuviese así o que me comportase de cuan forma.
Si había algo era la presión por hacer todo rápido, la presión del tiempo avanzar tan desmenuzadamente.
La guerra de infelicidad se venía sobre mí, sentía que nadie podía entender mi situación, que podía parecer desapercibida en cualquier momento, y que si me entregaban cariño podía ser por lástima o por obligación.
Me sentía en un estado de soledad, me faltaba algo, algo me había quitado, libertad me habían quitado, mi otra alma me había arrancado. Había algo que me tenía reaccionando mal, estaba mal, estoy mal, y no sé que hacer.
Si no me basta con lo que tengo es porque soy una mal agradecida, pero hay mucho factores que me conllevan a sentir lo que siento, tal sentir tristemente despreciable, me siento despreciable, siempre caigo en los mismo error, me hundo hasta llegar al suelo, me caigo al abordar el precipicio, me adelanto para no caer y caigo hasta que me recojan y me den una nueva salida y una nueva vida, pero cuando sucede eso, vuelvo a caer, y así sucesivamente hasta no poder encontrar la salida que tan anhelaría tener pero que sin embargo siempre hay algo que la estanca y la tapa para no ser vista por los ojos de una niña que lo desea todo, pero aunque su esfuerzo mínimo no le acompaña ella sigue luchando, aunque la felicidad a veces no sea la que espera o el resultado el más positivo.
Desearía salir de este mundo, que no existiesen las obligaciones aparte de cumplir los mandamientos que se nos han pedido; yo sólo me dedicaría a ello, y a esforzarme por lo que me agrada y lo que no me cueste tanto, porque se me está haciendo difícil seguir en este camino, pero he tratado de ser fuerte, y demostrar que no me importa seguirlo, y que puedo llegar a ser mejor, pero de repente pienso que tal vez no sea lo mío, y que es por eso que me cuesta tanto sacrificio entender, y el sueño que vence no deja de aparecer, si pudiese desaparecer el sueño, y que las horas durasen más, y que mi mente procesara más fácilmente lo que entra a mi memoria sería todo más fácil.
Sé que nadie dijo que esto era fácil, pero también sé que nadie dijo que era imposible, pero no hayo la forma de pensar que es posible, porque si luchando no he llegado a un resultado conforme de mi agrado no sé en realidad que hago aquí, porqué siento esto, porqué me cuestiono tanto, porqué siento una espina atravesada en mi cuerpo entero. Me han quitado mis sueños, ya los he perdido, ahora puedo y debo volver a soñar pero nunca lo mismo, puedo soñar lo que quizás siga pero nunca volver al mismo sueño, y cumplir el que quiera sería casi imposible.
La familia perfecta no existe, si yo pudiese conformarla, o pusiese tener el don de tenerla sería la mujer más feliz de esta tierra, pero a veces los ejemplos de las propias influyen en lo que podría ser en la imaginación de una futura, y el ánimo se vuelve a caer al precipicio rodeado de lágrimas.
No hay gusto al llegar, la rutina me acompaña, el sueño vence mi mente, el cansancio del cuerpo vuelve a crecer, y siento que no puedo seguir, me despierto y vuelvo a empezar y a pensar en que nada ha ocurrido. Abro los ojos y lo he olvidado todo.
1:41 am
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