jueves, 29 de octubre de 2009

Mi muerte en el sueño



El sueño partía cuando yo buscaba algo, no sabía en que casa estaba, pero estaba en una, en la cual no sabía lo que estaba buscando hasta que encontraba algo en el entretecho, y ¡Adivinen qué! Era un cuerpo lo que encontraba, estaba envuelto en algo, lo empezaba a tocar cuidadosamente; empezaba por el rostro, y… ¡Tocaba mi nariz! Mis labios… ¡Era yo esa persona! Era todo tan extraño, yo en el sueño estaba viva y muerta a la vez, yo me encontraba a mi misma muerta en el entretecho, pero sabía que estaba viva, eran como dos nicoles, una muerta y otra viva; pero empezaba a cambiar el sueño… en realidad yo estaba muerta, y era mi espíritu el que andaba deambulando por esa casa e iba en busca de socorro hacia su madre para avisarle que estaba muerta y que encontrara el asesino; y el asesino para mí era el destructor lucifer que no quería que yo siguiese viviendo porque yo me hacía cada ves mas fuerte, pero era extraño porque él nunca puede vencer a alguien fuerte, y yo estaba siento fuerte; pero creo que ese sueño era para dejarme alguna enseñanza. Luego me dirigía donde mi hermana a decirle lo último antes de morir completamente y antes que el espíritu se fuera de ahí, porque estaba muerta en carne pero no en espíritu; y yo le decía a mi hermana que buscara un papel para escribir porque yo no lo podía hacer, necesitaba hablar con Ignacio, pero no podía salir en busca de él, ya me quedaba poco tiempo para seguir en ese lugar, estaba muy triste, y me preguntaba ¿Por qué he muerto? ¿Por qué no he alcanzado a hacer todo lo que he querido, todo lo habíamos planeado juntos? Yo lo amaba a él, yo quería una familia con él…sentía tanta pena, aún podía sentirla, pero no podía seguir recordando bellos momentos con él y menos hacerme tales preguntas, sólo pensaba dejarle algo escrito a mano de mi hermana, y yo en mi subconsciente pensaba decirle : nacho, siempre te amé y no te dejaré de amar nunca; pero le dictaba estas palabras a mi hermana y cuando ya llevaba escrito nacho y dos puntos, yo despertaba del sueño; un sueño muy real, desperté muy asustada, pensé que estaba muerta, pero me empecé a mirar y a hacer las cosas que hacía siempre al despertar; que era leer las escrituras, y pude interpretar el sueño de esta manera: que debía aprovechar mi vida, la cual era valorable; debía ser mejor de lo que era; debía aprovechar el tiempo que tenía, y esforzarme para el juicio final, para llegar sin manchas, y lo último era que debía valorar a la persona que tenía mi lado, o sea a José Ignacio Silva Nash.

Lo relacioné con el primer sueño en el cual José Ignacio Silva Nash me pedía nuevamente pololeo y me daba una felicidad inmensa; era inexplicable, creo que era lo que hace mucho tiempo quería, pero que de un tiempo a otro se había olvidado por el creer de que nunca pasaría a menos de que pasaran esos dos años y algo; pero pasó en un sueño, que extraño, quizás que quiera decir para Dios, pero para mí es una revelación de nuestra oración, que volveremos a estar juntos ahora y eternamente.

domingo, 4 de octubre de 2009

Mujer ojos de agua



El agua que se derramaba por sobre sus mejillas, el inmenso sentimiento que la invadía; lo complejo que se hacía incomplejo de la comprensión, el agua que inundaba las calles por el sollozo y gritos desesperados pidiendo respuesta alguna a cuan agua y sentimiento derramado eran imposibles ser escuchados.

Alguna respuesta con cara de angustia, alguna respuesta con cara de agua, alguna respuesta con forma de agua, alguna respuesta con sentimientos derrumbados, alguna respuesta pedí pero no podía ser respuesta porque la respuesta que pedía quizás no era lo que le darían; quizás no era lo que esperaría oír y podría ser que lo carnal de los huesos fuera algún día agua en el momento de derretir lo que había en agua por el sollozo de lo que caía por las mejillas de la hermosa mujer.

Algo esbelta se veía, algo feliz se sentía, algo creía; pero no era fácil creer después de creer tanto para derrumbar lo creíble que era para ella poder sentir algo apasionante, algo diferente, algo inmortal, algo inigualable, algo completamente irrazonable quizás para el que nunca lo ha llegado a sentir, ni siquiera una pizca de agua derramada quizás, o quizás ni sufrimiento ha de sentir, o pesar, o espera que aguantar, o quizás simplemente soportar y creer todo.

Parecía no importar unas gotas derramar, agua que juntar. Agua era lo que acumulaba, agua era lo que desechaba, agua era lo que el impulso de la impotencia la hacía soltar por sobre esos semblantes e inigualables que poseía por sobre su rostro tan juvenil pero degradado por el tiempo de búsqueda de una respuesta concreta y correcta.

Ya se hacía de noche, ya no podía hablar más sola y recitar aquellos sentimientos quizás algo fuera de lo común para quienes lo pudiesen oír o quienes lo oyeron y se alejaron por miedo, desconfianza o confusión.

Lo que ya había logrado hacer y aceptar se volvía insignificante para el prometido de tan esperado en años de soledad y angustia, con él lograba ser feliz y pasar de lo feliz a lo infeliz que se decía ser amor. Tanto alboroto por amor, tanto pesar por amor, tanto pensar y lastimarse buscando respuestas por amor, quizás respuesta que nunca llegarán, o respuestas que no podrán ser satisfechas por quienes quieren recibirlas.

Pero sin embargo la mujer ya se había cansado de sentir, de pensar, de actuar, me preguntar, se atenía a las consecuencias, quizás no consecuencias, mas bien a la voluntad de un todo poderoso siento humilde, valiente y fuerte, y no importando su felicidad más que la felicidad de su amado y la alegría del todo poderoso por hacer su voluntad que era su camino a la felicidad eterna, pero con angustia la mujer ojos de agua dejaba al cielo el poder de su esperanza y fe, el sacrificio de dejarlo o permanecer firme siento mejor para que quizás a la vuelta pudiesen estar juntos pero siempre con el temor de que si será o no la mujer ojos de agua y el hombre innombrable que quizás sentía lo mismo al escribir tanto en aquél papel y haber sido leída y relatada por aquel quien escribe tales palabras y contadas en éste hoy.